RUTA DE LOS LAVADEROS
TRAMO 1.- SANTA MARÍA DEL BERROCAL - FUENTE DE LA VIÑA
La ruta se inicia en la Plaza de Santa María del Berrocal donde se ha instalado un poste de indicación de dirección, que nos guía hacia la salida del pueblo, allí se encuentra el panel informativo en el que se describe el sendero. Más adelante se llega a un bifurcación en la aparece un poste de indicación de camino con dos direcciones. Una de las direcciones señala el camino a seguir para dirigirse al lavadero “Fuente Merina” y la otra, la ruta que se debe tomar una vez se ha ido y vuelto desde Fuente Merina. Por la primera se llega a “Las Lanchas”, así denominadas por tratarse de grandes lanchas de granito y junto a ellas nos encontramos el primer lavadero de la ruta, como decimos, conocido como “Fuente Merina”, en el que se lavaba la lana de las ovejas merinas para su posterior hilado.
Este lavadero, que se señaliza con un poste indicador de ubicación, consta de tres pilares de forma rectangular que se comunican entre sí, el primero es el receptor del agua del manantial y los dos últimos están destinados al lavado de las prendas. Aunque su construcción data de 1956, desde tiempo antes, las lavanderas acudían a este lugar porque en él el arroyo “Chico” o “de San Antón” formaba una pequeña balsa o poza, muy apropiada para el lavado, y las cercanas “Lanchas” constituían el lugar idóneo para el secado de la ropa o la lana.
Desandando el camino en dirección a Navahermosa, se vuelve a la bifurcación señalada con el poste de doble dirección nombrado anteriormente. Se bordea el pueblo y justo al abandonar las últimas viviendas de Santa María del Berrocal, se encuentra una de las fuentes que abastecieron de agua para consumo humano al pueblo en épocas pasadas. Se trata de un pozo de boca cuadrada protegido por una cubierta abovedada. No pudiendo fechar concretamente su construcción - los primeros datos que se encuentran en los archivos sobre su existencia se encuentran en los recogidos con motivo de la elaboración del catastro de Ensenada, en 1752 -, la tipología apunta que podría remontarse a época medieval e incluso romana. Su nombre, “Fuente de la Viña”, que se marca en un poste de ubicación, nos habla de tiempos en los que los cultivos estaban basados en el autoabastecimiento y los viñedos estarían presentes en la comarca. Delante de la fuente existen aún unas pilas o pozas naturales que recogen el agua sobrante y que también se utilizaron para el lavado de ropa, hasta que el abastecimiento de agua llegó a los hogares.
TRAMO 2.- FUENTE DE LA VIÑA - NAVAHERMOSA
Desde la Fuente de la Viña se avanza por una subida suave hacia Navahermosa. El camino discurre entre las típicas tapias hechas de piedras de granito apiladas y que marcan las lindes de las tierras. A la izquierda del camino se sitúan las laderas de encinas y a la derecha el amplio valle del Corneja y sus cultivos.
Se dice que Santa Teresa pasó por este lugar en la primavera de 1539, en su camino desde el monasterio de La Encarnación en Ávila hasta el pueblo de Becedas, al que se dirigía para que una curandera famosa que allí vivía hiciera desaparecer la enfermedad que la aquejaba. Pero la curandera debía ser menos eficiente que famosa porque volvió peor de lo que estaba. A su llegada a Ávila le dieron por muerta y hasta “le echaron la cera en los ojos”, según ella misma escribió.
En una de las orillas del camino se encuentra la antigua iglesia de Navahermosa de Corneja, convertida ahora en cementerio. Sólo algunos muros, especialmente los del ábside, nos recuerdan la existencia del antiguo templo.
Para acceder al siguiente lavadero hay que salir de la ruta principal, seguir una senda que termina en el lavadero y volver a la bifurcación de la que salimos. En la bifurcación se encuentra un poste de indicación de dirección.
El “Lavadero de las Pozas”, que se señala con su correspondiente poste de ubicación, es de piedra granítica tallada, y se encuentra en una zona sumamente apacible alejada de carreteras y núcleos urbanos.