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RUTA DE LA ANTIGUA FERIA DE GANADO DE GALLEGOS DE SOLMIRÓN

Antes de que empezaramos la marcha algún intrépido se acercó al río por la mañana bien prontito y pudo observar y fotografiar el paisaje dejado por un curioso proceso llamado cencellada.

Este fenómeno metereológico se produce cuando las gotitas de agua que flotan en condiciones de niebla intensa, solidifican y forman  cristales de hielo.

 

En nuestra marcha, que discurrió por zonas en las que no se acumuló la niebla, no pudimos disfrutar del fenómeno, aunque sí saboreamos el típico anticiclón de invierno que, a pesar de las bajas temperaturas nocturnas, nos permitió disfrutar de una agradable temperatura, e incluso hubo alguno que llegó sudando.

Salimos de la plaza de Berrocal camino de Valdemolinos y de allí a Gallegos. A la salida del pueblo nos encontramos con la restaurada Fuente del Barrancón.

 

En el camino nos acompañaron las encinas y las maravillosas formaciones graníticas características de nuestro paisaje.

El invierno y la sequedad, no han logrado restarle belleza al entorno.

En la Plaza de Gallegos nos detuvimos en la placa conmemorativa testimonio del paso del emperador Carlos I de España y V de Alemania por esta localidad en 1556.

 

 

 

También visitamos la iglesia, en nuestro recorrido observamos sus columnas de granito labradas, una preciosa cruz parroquial finamente tallada y un completo belén decorado como manda la tradición con auténtico musgo y harina, en el que podemos encontrar todas las escenas típicas de nuestro belén navideño y que fue realizado por la "Asociación de Amas de Casa."

 

El día fue de lo más generoso con nosotros y nos permitió no sólo disfrutar de la caminata sino también comer al aire libre en la plaza de Gallegos. 

Después de comer salimos de Gallegos para tomar La Cañada Real Soriana Occidental , una de las principales Cañadas de la Mesta que parte de la provincia de Soria y acaba en la provincia de Badajoz. El terreno era llano, liviano, nos sorprendió la escasez de vegetación que lo rodeaba.  

Al abandonar la Cañada para dirigirnos al Mirón, el camino se transformó por completo, la llanura se convirtió en una abrupta cuesta y los prados estériles en un bosque de robles melojos tocados pero no hundidos por los estragos del otoño.

Descendimos y llegamos a Santa María del Berrocal.

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