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RUTA DE LOS ESBARUZADEROS
EN SAN BLAS
El club Berrocaminos aprovechó la festividad de San Blas para compartir con los senderistas parte de lo que será su próximo proyecto: la homologación de “La ruta de Los Esbaruzaderos". La particularidad de esta nueva ruta radica en que será un sendero infantil, por y para los niños, su planteamiento la hará única, al menos no hemos encontrado ninguna ruta homologada que haya sido especialmente creada para niños.
También le hará singular su nombre, ya que, aunque el vocablo “Esbarizar” existe en la lengua castellana, no así ”Esbaruzar” que parece propiamente de nuestro valle y que hace que la sintamos más nuestra todavía. Imaginamos que en algún momento de la historia la transcripción oral de la lengua transformó la palabra y así es como la hemos conocido y usado.
Empezamos en el esbaruzadero localizado en Santa María del Berrocal. Un tobogán natural que a lo largo de la historia ha sido el disfrute de niños y mayores.
En la ladera nos encontramos con este árbol atrapado en una roca. La encina está muerta, pero conserva hojas muertas, señal de que murió hace poco .
La bellota crecería en la grieta convertiéndose en encina. Cuando el tronco fue demasiado grande la encina murió estrangulada.
Del esbaruzadero nos dirigimos a las lanchas. Estas superficies de granito se habían vuelto peligrosas.
Llegamos al segundo esbaruzadero, el de la Fuente de la Viña. Las niñas se atrevieron con el desnivel, los mayores observaron.
La humedad atmosférica condensada en la piedra había formado una capa superficial de agua sumamente resbaliza.
Subiendo al Mirón nos encontramos con esta piedra partida en dos. Probablemente la grieta se abrió cuando el granito estaba enterrado y se ha ido agradando con la erosión.
Entre los adultos, Espe la más valiente, no sólo descendió por el esbaruzadero del Mirón, si no que hizo lo más difícil, ascender por la empinada ladera resbaladiza
No nos dirigimos al castillo, aunque recomendamos su visita a todos los que no lo conozcan (a los que ya han estado no es necesario convercerles de su magnifico emplazamiento). Desandamos parte del camino y nos dirigimos a la localidad de Valdemolinos, a por el cuarto esbaruzadero.
Las botellas aplastadas que llevan las chicas, son los "cojines" sobre los que se sientan para coger velocidad en la bajada en el esbaruzadero.
Magnificas vistas del muro que rodea al castillo del Mirón.
El pueblo que se divisa entre las encinas es Valdemolinos, el lugar en que se encuentra el último esbaruzadero de nuestra ruta.
Y terminamos con el acostumbrado ágape final Sanblasero.
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